Recientemente, se ha producido un cambio significativo en el ámbito de la regulación financiera en Estados Unidos. La Reserva Federal (FED) anunció la eliminación de los requisitos de supervisión especiales para las actividades bancarias encriptadas, lo que marca un importante ajuste en la política de regulación del sector de Activos Cripto en Estados Unidos.
Esta medida se originó a raíz de la crisis bancaria a principios de 2023. En ese momento, varios bancos involucrados en el negocio de Activos Cripto se vieron en dificultades, lo que generó una gran preocupación por parte de los organismos reguladores sobre los riesgos de las tecnologías financieras innovadoras. Para hacer frente a esta situación, La Reserva Federal (FED había) intensificado el monitoreo de riesgos en áreas como la custodia de Activos Cripto, la emisión de monedas estables y la aplicación de la tecnología blockchain.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la actitud regulatoria se ha ido relajando. En abril de este año, La Reserva Federal (FED) fue la primera en retirar el requisito de aprobación previa para las operaciones de encriptación. Luego, en julio, la Reserva Federal se unió a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) y a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) para publicar conjuntamente las directrices sobre servicios de custodia de encriptación. Finalmente, el 15 de agosto, este plan regulatorio especial fue completamente finalizado.
Este ajuste de política simplifica los procesos regulatorios y elimina los requisitos de revisión especial. Los bancos ahora pueden decidir de manera autónoma si realizar actividades de encriptación o tecnología financiera, según su marco de gestión de riesgos existente, sin necesidad de reportes separados. Al mismo tiempo, los reguladores reemplazarán la evaluación de 'riesgo reputacional' por indicadores de riesgo financiero más específicos, lo que se espera que reduzca las preocupaciones de los bancos al brindar servicios a empresas de Activos Cripto.
Es importante señalar que la OCC y la FDIC, como instituciones clave de regulación financiera en Estados Unidos, desempeñaron un papel fundamental en este ajuste de política. La OCC está adscrita al Departamento del Tesoro de EE. UU. y es responsable principalmente de la supervisión de los bancos nacionales y las instituciones de ahorro federales; mientras que la FDIC es una agencia federal independiente, y sus principales funciones incluyen el seguro de depósitos y la supervisión del riesgo bancario.
Este ajuste en una serie de políticas regulatorias refleja los esfuerzos de las entidades reguladoras financieras de EE. UU. para equilibrar la innovación y el riesgo. No solo proporciona un mayor espacio para la innovación en los negocios bancarios, sino que también crea un entorno más amigable para el desarrollo de Activos Cripto. Sin embargo, cómo incentivar la innovación mientras se controla efectivamente el riesgo seguirá siendo un desafío continuo para las entidades reguladoras.
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Recientemente, se ha producido un cambio significativo en el ámbito de la regulación financiera en Estados Unidos. La Reserva Federal (FED) anunció la eliminación de los requisitos de supervisión especiales para las actividades bancarias encriptadas, lo que marca un importante ajuste en la política de regulación del sector de Activos Cripto en Estados Unidos.
Esta medida se originó a raíz de la crisis bancaria a principios de 2023. En ese momento, varios bancos involucrados en el negocio de Activos Cripto se vieron en dificultades, lo que generó una gran preocupación por parte de los organismos reguladores sobre los riesgos de las tecnologías financieras innovadoras. Para hacer frente a esta situación, La Reserva Federal (FED había) intensificado el monitoreo de riesgos en áreas como la custodia de Activos Cripto, la emisión de monedas estables y la aplicación de la tecnología blockchain.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la actitud regulatoria se ha ido relajando. En abril de este año, La Reserva Federal (FED) fue la primera en retirar el requisito de aprobación previa para las operaciones de encriptación. Luego, en julio, la Reserva Federal se unió a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) y a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) para publicar conjuntamente las directrices sobre servicios de custodia de encriptación. Finalmente, el 15 de agosto, este plan regulatorio especial fue completamente finalizado.
Este ajuste de política simplifica los procesos regulatorios y elimina los requisitos de revisión especial. Los bancos ahora pueden decidir de manera autónoma si realizar actividades de encriptación o tecnología financiera, según su marco de gestión de riesgos existente, sin necesidad de reportes separados. Al mismo tiempo, los reguladores reemplazarán la evaluación de 'riesgo reputacional' por indicadores de riesgo financiero más específicos, lo que se espera que reduzca las preocupaciones de los bancos al brindar servicios a empresas de Activos Cripto.
Es importante señalar que la OCC y la FDIC, como instituciones clave de regulación financiera en Estados Unidos, desempeñaron un papel fundamental en este ajuste de política. La OCC está adscrita al Departamento del Tesoro de EE. UU. y es responsable principalmente de la supervisión de los bancos nacionales y las instituciones de ahorro federales; mientras que la FDIC es una agencia federal independiente, y sus principales funciones incluyen el seguro de depósitos y la supervisión del riesgo bancario.
Este ajuste en una serie de políticas regulatorias refleja los esfuerzos de las entidades reguladoras financieras de EE. UU. para equilibrar la innovación y el riesgo. No solo proporciona un mayor espacio para la innovación en los negocios bancarios, sino que también crea un entorno más amigable para el desarrollo de Activos Cripto. Sin embargo, cómo incentivar la innovación mientras se controla efectivamente el riesgo seguirá siendo un desafío continuo para las entidades reguladoras.